Lucrecia Píttaro
Voyage des Ancêtres Del 30 de junio al 30 de julio 2022.
Nota de prensa y C.V.
Voyage des Ancêtres. Lucrecia Píttaro. Piso superior.
Voyage des Ancêtres. Lucrecia Píttaro. Piso superior.
Voyage des Ancêtres. Lucrecia Píttaro. Piso inferior.
Voyage des Ancêtres. Lucrecia Píttaro. Piso inferior.
Voyage des Ancêtres. Lucrecia Píttaro. Piso inferior.
VOYAGE DES ANCÊTRES
La ilusión de la repetición
Soutirer à la répétition quelque chose de nouveau,
lui soutirer la différence, tel est le rôle
de l´imagination ou de l´esprit qui contemple.
Gilles Deleuze, Différence et répétition
Después de haber trabajado en series anteriores la idea de falso collage con elementos ornamentales contemporáneos (como los embalajes de caramelos, de chocolates, etc.), me pareció lógico pasar de un paquete de chicles a un friso de hojas de acanto.
Las piezas de esta exposición forman parte de un proyecto que comencé en 2018 basado en el concepto de la repetición a través del ornamento, elemento propio del papel pintado. El objetivo es reinterpretar el lenguaje ornamental de los empapelados del siglo XVIII en adelante y retomar la estructura formal de un motivo único que se repite.
Históricamente el papel pintado ha jugado con la ilusión simulando materiales como el mármol o textiles, principalmente drapeados y cortinajes. Así como también, creando un espejismo a través de la representación de escenas envolventes o paisajes, considerados exóticos en occidente en el caso de los panorámicos, para transportar al espectador a otra dimensión espacio-tiempo.
Contrariamente a su denominación corriente, los primeros papeles pintados occidentales fabricados en grandes cantidades, raras veces se pintaron a mano. Fueron impresos. Al inicio de forma artesanal y luego, del siglo XIX hasta hoy, de forma industrial. En la serie de pinturas, decidí imitar el proceso de impresión que se realiza a máquina y pintar a mano, color por color, los módulos que constituyen un tríptico. Cada panel de un tríptico aparenta ser idéntico al otro. No hay un original y una copia, son los tres originales, idénticos en el concepto y distintos en la forma, simplemente por el hecho de estar pintados a mano.
Cuando se trabaja con una máquina, la acción de repetir no provoca ningún cambio y entonces no se manifiesta la diferencia, mientras que, el gesto a mano, mediante el trazo que se perfecciona y el músculo que se entrena, sí permite generar un residuo, un resto que es la diferencia.
Dentro de la estructura característica de los empapelados, existe un patrón delimitado y preciso capaz de, por un lado, completar las figuras una vez éste se coloca al margen de otro patrón. También es capaz, por otro lado, sirviéndose de sus propios límites y en consecuencia de dicha adyacencia, de continuar la obra al infinito. A su vez, a partir de la sucesión de tres componentes aparentemente iguales, el observador puede imaginar que dicha secuencia continuará ilimitadamente. El ojo completa y unifica creyendo reconocer, gracias a la repetición, los elementos de aspecto similar pero muchas veces ignorando sus variantes.
Luego de insistir en torno al ornamento plano, la necesidad trabajar el objeto fue incontenible. Cada escultura corresponde a un tríptico y rompe con la cadena del simulacro al sintetizar aquellos elementos pictóricos de manera única e irrepetible, diferente.
Más allá de las reflexiones sobre la repetición que pautan la estructura de ¨Voyage des ancêtres¨, las nociones de ofrenda y sacrificio atraviesan toda la obra de forma subterránea. Como si se tratara de una ceremonia ancestral sin fin en donde se articulan esfuerzo y entrega, interminablemente. Entre altares y zócalos que elevan hacia ninguna parte ofrendas destinadas a nadie, sólo queda el impulso de volver a empezar una y otra vez para recolectar aquellas excreciones sagradas que resultan del viaje.
Lucrecia Píttaro
Artista ítalo-argentina, nacida en Buenos Aires, vive y trabaja en París desde el año 2008.
Lucrecia estudió Diseño de Indumentaria y Textil en la Universidad Argentina de la Empresa (U.A.D.E) en 2000 y completó sus estudios en Central Saint Martins en Londres y en el Istituto Marangoni en Milan.
En 2002, integra el equipo creativo en Jazmin Chebar en Buenos Aires y comienza a desarrollar su carrera en moda y diseño textil, especialmente en el área de estampados.
En 2008, Lucrecia se muda a París y obtiene el título de Licenciada en Artes Plásticas y realiza una maestría en Arte Contemporáneo en la Université Paris 8 Saint Denis-Vincennes. En paralelo a su carrera de diseñadora, continúa a desarrollar su trabajo artístico, participando de exposiciones y residencias de artistas en París, Moscú, y Santiago de Chile, entre otras.
Desde el año 2018 colabora con diferentes marcas de renombre internacional, como Louis Vuitton, creando estampados originales para accesorios.